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domingo, 28 de abril de 2013

Mitos y leyendas de Tabasco: Los yumká



LOS YUMKÁ
Leyenda escuchada en Frontera, Tabasco


Yo digo que hay dos tipos de historias: las que contamos nosotros y las que cuentan los mayas. Nosotros sabemos historias de piratas, de tesoros, de aparecidos, pero los mayas saben de espíritus, de la Xtabay, de los duendes. Le digo esto porque, cuando estábamos chicos, trabajó en mi casa una mujer maya que era de una comunidad chiquita allá por el rumbo de Naranjos, creo. Ella nos contaba historias para que, según esto, nos portáramos bien, y sí nos asustábamos, ¡cómo no!, pero ahora ya de grande me he dado cuenta de que ella no las inventaba, sino que eran historias de su gente –recuerda el taxista Maximino Álvarez.

Me acuerdo muy bien de una historia de unos duendes, que en la lengua de los mayas les dicen «los yumká». Nos contaba doña Chelo –así se llamaba la mujer– que en todas las selvas de Tabasco vivían esos duendes, esos yumká, pero que casi nadie podía verlos; también decía que vivían en los pantanos. Que yo me acuerde nunca nos dijo cómo eran esos duendes, pero en mi imaginación de chamaco yo me los imaginaba vestidos de verde, con zapatitos rojos y sombrerito picudo, porque así se miraban en los cuentos de hadas, pero ahora sé que los dibujos de esos cuentos son de allá de Europa; entonces los yumká no pueden ser iguales, pero la verdad no sé cómo serán, si es que existen. (Leyenda publicada por Homero Adame.)

Doña Chelo nos decía que los yumká vivían en la selva y en los pantanos porque Dios los creó para que protegieran esos lugares, para que los protegieran de que la gente no fuera a destruirlos, ni construir pueblos, ni hacer carreteras ni talar los árboles nomás porque sí. Entonces, decía ella que cuando alguien llegaba con las intenciones de hacer un daño a la selva –a la ecología decimos ahora–, los yumká se las ingeniaban para que la gente mejor se fuera a otros lados.

No sé, esas son historias y creencias de los mayas, pero algo de cierto puede haber porque, ya ve, en aquellos rumbos de Tabasco hay muchos lugares despoblados completamente, donde es pura selva, puro pantano, y casi nadie se atreve a meterse. Y ahora ya hay hasta reservas protegidas por el gobierno, como esa de los pantanos al sur de mi estado, y de seguro los mayas que todavía quedan habrán de decir que esa protección es obra de los yumká. (Leyenda en libro de Homero Adame.)

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 En el folklore de los mayas chontales, el yumká (también escrito como yumka’) es un personaje sobrenatural, tipo chaneque, cuya labor es cuidar la selva. El origen de su nombre se deriva de dos vocablos: yum, dueño, señor o protector, y ka, selva, tierra o lugar. Otras versiones afirman encuentran sus raíces en Yum Kaax, una antigua deidad maya del maíz. Las pocas referencias de él provienen de la tradición oral tabasqueña, pero dadas sus particularidades nos remite al Cuahutepochtle[1] de la mitología nahua e incluso a los aluxes[2], también mayas.

En este relato se abordan las características más comunes asociadas con los yumká: protegen la selva, los pantanos y todo el hábitat natural. Algo interesante es que sólo se les puede ver de soslayo, lo que concuerda con historias de otras partes del mundo que hablan de duendes o seres sobrenaturales a los que, por lo general, es casi imposible verlos directamente o tener contacto con ellos.

Y a propósito de la construcción del tren maya hay que ver si algo nos cuentan de los yumká protegiendo la selva tabasqueña.


[1] Véase: Cuahutepochtle, un duende singular, en el relato correspondiente a Tlamacas, municipio de Amecameca, Estado de México, en este mismo capítulo.

[2] Véase: Los aluxes, en el relato correspondiente a Valladolid, Yucatán, en este mismo capítulo.

Notas:
1. La primera imagen fue tomada del blog Charlestondailyphoto. Que el enlace sirva de crédito y agradecimiento a sus creadores.
2. La segunda imagen fue tomada del sitio de internet defondos.com. Que el enlace sirva de crédito y agradecimiento a sus creadores.


3. Una versión similar de esta leyenda, aunque editada con un tono más literario, fue publicada por Editorial Trillas. México, D.F. 2010.


El libro está a la venta en cualquiera de las librerías de Trillas. Se puede conseguir también a través de su tienda en línea siguiendo este enlace:

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